sábado, 17 de diciembre de 2011

...buscando a la selene perdida*

El título de esta entrada está medio mamón, pero es completa y netamente cierto.

Me fui (otravez) una semana de esta tierra seca y momificante al paraíso del cambio climático constante: Monterrey*
Fui en búsqueda de la Selene que en un momento indeterminado se perdió y me dijeron que probablemente la podría encontrar por allá.

Lo impresionante fue que en el instante di con ella, les cuento:

Estaba el jueves en una inauguración de fotografía en la Casa de la Cultura y de ahí se fue a ver el partido de los Tigres con sus amigos el primer tiempo, el segundo estaba con su familia arropadita y feliz. El viernes la encontré en el concierto de Zoé en el auditorio banamex, fashionista ella como siempre, bailando, gritando y cantando hasta quedar literalmente ronca. El sábado acompañó (con tal de estar cerca de ella) a su mamá a misa y el resto del  día se la pasó en su casa de artesanías atendiendo a clientes. El domingo, pfff, el domingo fue a MARCO, su segunda casa en el norte...la encontré viendo dos exposiciones, una retrospectiva de Richard Meier y "la lengua de Ernesto", de Ernesto Neto, un artista brasileño fabuloso del cual se quedó fascinada. (He de hacer referencia, que la ciudad estuvo la mayor parte del tiempo sumida en una neblina que la hacía ver deliciosa, mojada y helada casi en su totalidad). Ahí la vi completamente feliz.
Luego en la tarde la encontré de nuevo en casa de sus papás, estaba con su hermano y su cuñada, junto con sus padres viendo la final del torneo de apertura Tigres-Santos, sss...no saben! Gritaba, se levantaba del sillón, se emocionaba, se angustiaba, gritaba otravez hasta que...cuando su equipo quedó campeón se fue a la Macroplaza a festejar como la mitad de los regios. Locos. Locos de remate, la ciudad a 8grados, y todos como si nada. Curiosa la afición regiomontana. Ella andaba ahí, con su blusita de hace 7 años y orejitas de tigre, toda feliz, ¿qué importaba que tuviera una infección severísima en la garganta? Ver a los Tigres campeones no se da tan seguido (la última vez fue hace 29años, justo la edad de ella) En fin, le seguí el rastro todo el tiempo.

El lunes estaba aprendiendo con su papá a cambiar una llanta de su carro por eso de que se ponchan y luego puede quedar en medio de la nada en una carretera sin señal. Ahí estaba otravez ella. La Selene que yo conocía,super aguerrida cual norestense chichimeca, la mujer a la que le encanta divertirse aprendiendo, a la que le encantan los museos de arte contemporáneo, los conciertos, sus amigos y el fútbol...la mujer que no le tiene miedo a "arruinar" su manicure con tal de estar protegida por ella misma al saber cambiar una sencilla llanta del carro, la hija que adora a sus padres y la hermana mayor que es consentida por sus hermanos menores.
¿Selene estará sólo en Monterrey entonces? -me pregunté.

Mmm, no, no lo creo. Y si es que a caso fuera así, vamos a sacarla a que conozca todo el país.




martes, 6 de diciembre de 2011

30 minutos*

Treinta minutos equivalen a: 1800 segundos, a 0.5 hrs, a 1/48 parte del día o a simplemente una fracción de tiempo. 30 minutos es el rango que tengo en el día para usarlo de dos maneras: torturarme o escribir y seguir adelante.
Me voy definitivamente por la segunda, digo, por lo pronto las otras 23.30hrs son mías...y sé bien que habrá un momento en el que no necesitaré más esos 30mins. Así que brindemos por ello!