martes, 18 de diciembre de 2012

...el 21 de diciembre y la salvada que se darán los pavos en navidad*

...la primera vez que escuché sobre el fin del mundo fue un bonito domingo en la iglesia, cuando de pequeña me llevaban a escuchar como los carros de fuego con los 4 jinetes del apocalipsis un día sin previo aviso iban a llegar, curiosamente, la segunda vez que recuerdo haber escuchado algo al respecto fue con Mulder y Scully en los X Files, quienes siempre hablaban de una fecha para el fin del mundo: sí, en diciembre del 2012.

Todos sabemos que a lo largo de la historia de la humanidad, han existido más de quinientas fechas para el siempre temido (pero parece que deseado) fin del mundo. Pasando por profecías que van desde San Juan, la Virgen de Lourdes, Nostradamus, (y porqué no?) los Mayas, los seres humanos estamos en el constante temor de que en realidad existan tres días de completa oscuridad y que en esa oscuridad, los zombies toquen a nuestra puerta y les abramos para que se alimenten de nuestro rosado y carnoso cerebro.

Todo parece indicar que por más catastrofistas que nos pongamos, lo más que va a pasar el próximo viernes 21, será que llegará por fin el solsticio de invierno.

Como ejercicio mental, he tratado de pensar en qué pasaría si en realidad el mundo se va a acabar (como dice la canción) y lo increíble es que no lo he podido hacer! Digo, para qué empezar con, chin, hubiera hecho esto, chin, no, mejor no, o lamentarme porque no he ido aún a Macchu Pichú o a ver las líneas de Nazca...
Más que temerle al fin del mundo, deberíamos temer el no disfrutarlo tal cual, con todo lo que tenemos y buscar el simple (pero difícil) hecho de la felicidad.

Porque sí, día a día nuestra naturaleza nos acerca al fin, y no por una guerra mundial, una invasión extraterrestre o el apocalipsis zombie, sino por nuestras propias células caducas, ya que al nacer estamos condenados a morir, sí, pero con el maravilloso intermedio que es en si la vida, y a sabiendas de ello ya queda en nosotros el disfrutarla o no*

jueves, 20 de septiembre de 2012

...tengo orgullo de ser del norte*

...del mero San Luisito por que de ahí es Monteeerreeeey...dice el corrido*

Sin embargo, tengo orgullo de ser del norte? 
Va un poco de historia...
...el día de hoy, mi hermosa tierra cumple, (después de dos intentos fallidos de fundarla) 416 añitos, cosa que hace, y que me encanta por cierto, decir que Monterrey es del siglo XVI...1596 para ser exactos...ehhh ehhh, qué tal?

Pero platiquemos un poco de lo que es Monterrey, la ciudad, su paisaje y sus habitantes.
Mi tierra es una tierra llena de contrastes como cualquier otra: los niveles socioeconómicos son marcados por una graaan barda que por lo general divide una colonia de paracaidistas, de otra donde las residencias tienen un precio mínimo de 2 o 3 millones de pesos, también depende donde vayas a hacer tu despensa, si al mercado, (sí! existen mercados!) a HEB o costco...se dice que los norteños (entiéndase regios) somos re-trabajadores, super directos, hablamos golpeado y comemos retiharta carne...el paisaje...pffffffffffff es lo mejor! ¿Qué importan los 45-48grados si tienes una sierra madre majestuosa y un cerro de la silla divino? No por nada hay quien le dice a Monterrey Ciudad de las Montañas... título que no tarda mucho en perder gracias al voraz crecimiento donde no les importan rebanar medio cerro para poder hacer una "hermosa" casa con soportes de 30m de altura expuestos.

En fin, ya me estoy desviando...volvamos al festejo.

Monterrey cumple hoy 416 años, y esa ciudad forjada contra (aquí no queda decir viento y marea) huracanes y calores infernales, logró abrirse paso como una, si no es que la ciudad más importante de todo el norte del país gracias a un gran esfuerzo. Su constante necedad de crecer, hizo de ella la gran metrópoli que es ahora: desde el siglo XVII con sus casitas de adobe que se iban cada vez que crecían los ojos de agua o el río, hasta el siglo XX donde la industria tuvo un papel protagónico en el crecimiento económico y cultural definiéndola como la gran Ciudad que es, cabe mencionar que con mano de obra de trabajadores de San Luis Potosí que dejaron sus tierras para venirse a levantar Monterrey y mexicanos de todas partes del país que fueron llegando para hacer crecer esa bonita tierra de chichimecas...(porque que no se nos olvide, que una ciudad crece unida) fue que tenemos lo que hoy vemos.

El día de hoy que yo sepa, ya no hay una gran feria de Monterrey...(el festival Santa Lucía qué!) y todo mundo sigue sin fiesta alguna, ni pirotecnia, ni RAYO LÁSER...(mmm bueno, pues es que extraño al rayo láser!)...y creo que no sería mala idea que volvieran las fiestas como antes.

Más fiestas y menos violencia, más pirotecnia y menos fuego cruzado, más Monterrey y menos Cártel del golfo, más bicicletas y vías arboladas para caminar, y menos pares viales...

Orgullosa de ser del norte? Me preguntan seguido...Mejor ciudad para nacer no pude haber tenido, mejor ciudad para crecer tampoco, claro que estoy orgullosa de ser de Monterrey, más allá del acento, de las tortillas de harina y mi forma norteña de ser*

martes, 28 de agosto de 2012

La sobrinita norestense*

Tiene apenas una semana de nacida y ya ha provocado un amor increíble de tía que no sabía que existía en mi hasta que la vi.
Se trata de Carla Sofía, mi pequeña sobrinita norestense de una semana de nacida que se ha convertido en la cosita más bella que haya visto en mi vida...(he de confesar que diario repaso las fotografías que le tomé y estoy a la espera de que los felices papás me envíen nuevas*)

Hicimos una visita express a Monterrey para conocerla, la crónica del viaje se resume en ver tres rostros increíbles: el de la mamá con una felicidad inmensa, tal véz o no (lo más seguro es que sí) agotada por el parto, pero emocionada y radiante, el del papá, mi hermano, que recibía en sus brazos a un pedacito de él y se quedaba todo tranquilo y feliz observándola y hablándole de la manera más cariñosa que jamás escuché antes en él, y el de Carlita, bebé hermosa de horas de nacida, que apenas llegaba a este mundo lleno de bellas sorpresas que le esperan...ella toda indefensa, tan bebé, como diría mi hermano, pero tranquila porque ha de saber que llegó a una hermosa familia que la ha de cuidar y ver siempre por ella.

¿Qué decir de los abuelos y de los tíos? Emocionadísimos!

Pero creo que yo soy la tía más feliz de todas, y seguramente voy a ser la más consentidora...
Ahora no puedo esperar el momento de regresar y verla! Ver a mi hermosa sobrinita norestense*


martes, 14 de agosto de 2012

...érase una vez guanajuato*

...la primera vez que visité el bajío fue cuando tenía yo año y medio. Regresé a los 18 con toda mi familia al FIC: estaba encantada! la Universidad con sus escalinatas, las casitas de colores todas amontonadas, pfff el clima! Les dije a mis papás: un día me voy a venir a vivir aquí*

...y justo hoy cumplo 5 años desde que dejé a mi tierra norestense triste y abandonada.
 El Monterrey que conocía ya no existe. No solo por la evolución (o involución?) que ha tenido, sino por una infinidad de sentidos más que hasta cierto punto es normal. Llegué a una tierra desconocida. El bonito guanajuato colorido, era una tierra de alacranes, (porque si en mty hay cucarachas voladoras, aquí, agárrense!) con un clima seco y árido, (o con lluvias torrenciales tres meses al año) de personas que no te regresaban el "buenos días" o de gente que se paraba derrepente a media calle para platicar con el vecino, de unas escalinatas que más bien son una escenografía para las fotografías de generación, y de una, dos, tres calles llenas de turistas que no te dejan caminar, los museos de arte contemporáneo no existían, ni tampoco los semáforos... Si quieres desmitificar un lugar, vete a vivir ahí.

Odié Guanajuato. 

Empecé a tener alergias al por mayor, mi bonito cabello chino lleno de caireles desapareció, y empecé a tener un apetito voraz por carne que aquí no había! (a las milanesas les dicen "bisteces", con eso les digo todo)...los veranos son de 14-16 grados y uno tiene que salir tapado por que hace un frío invernal en pleno agosto. Las personas cuando saben que eres de Monterrey creen que tienes muchísimo dinero o que eres texano...(y qué decir de los chilangos de aquí que te dicen: aaah, eres de provincia!)
Bueno, dije yo, solo estudio mi maestría y me regreso, después de todo siempre quise ser foránea...

Pero jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Las cosas no siempre son como uno las planea y llevo aquí ya un lustro, sss suena cañón...y qué creen? Yo tampoco digo ya buenos días! jajaja, no es cierto. Más bien he aprendido a querer al pueblo. He aprendido que aquí si dices algo en Embajadoras a las 8am a la 1pm ya saben la información (toda modificada) en el Jardin Cantador. (escala Monterrey macroplaza, cabecera sur-cabecera norte)...así que nomás hay que ser un poco más reservados...los cuevanenses son, mmm cuevanenses, jajaja, cada vez los entiendo más y me ofendo menos si no saludan o te ven raro. Un buen día volví a ver a Guanajuato hermoso, como cuando venía aquí de vacaciones y lo empecé a disfrutar enormemente.

Seguido me siguen preguntando si me quedaré a radicar aquí. No lo sé. La verdad, no lo creo. Monterrey es y será siendo por toda la vida mi ciudad, con olor a carne asada, con 45º, húmeda, llena de montañas, de regios y con un tráfico de la chingada, pero es mi ciudad.
Hoy a la distancia, he reforzado mi ser norestense, he descubierto día a día formas norteñas de ser que me han ayudado a abrirme paso en Guanajuato. 

Guanajuato me ha dado más satisfacciones que decepciones. Si no, obviamente no seguiría aquí... un buen ejemplo se dió hoy en la mañana que estaba en clase con mis alumnos, pensaba que, curiosamente ellos a poco tiempo de conocerlos, son de las cosas más bonitas que me ha pasado en este Real de Minas...la propia universidad me abrió sus puertas a la primera vez que las toqué. Guanajuato me adoptó y le doy gracias, pero también le digo, que algún día, algún día he de regresar a mi tierra...llevándome también al chilango que este pueblo me obsequió.


domingo, 1 de enero de 2012

365 + 1 = 2012

Me declaro fan de los años nuevos. Si bien la navidad es monona con sus lucesitas de colores y regalos por doquier, el año nuevo es lo mejor. Siento como si pudiéramos oprimir el botón de reset y otra vez a empezar, digo, es lo mismo cada día, o cada hora si uno quiere, pero eso de que se termine un año y empiece otro se siente de una manera muy particular. Aunqueee, a ver, no, no, no, esperen, reset asi como así no, más bien, es un "volver a empezar" pero con las experiencias aprendidas del año pasado, sino qué joda!

El caso es que aunque sea cursi, me encanta la idea de pensar que se tienen 365 días para viajar, platicar, aprender, comer, reir, llorar, caer, levantarse, tomar fotos y/o tomar daikiris y vino, conocer, sentir, probar, hacer nuevos amigos, deshacerte de otros, enamorarte, en fin...son muchos muchos días!
Y este año para mi suerte tiene uno más. 24 horas extras, para usarlas a nuestro antojo.

Así que hay que aprovecharlas!

Bonne Année para todosss*